lunes, 22 de abril de 2013

\"Aplaudo a la Presidenta por su proyecto de democratizar la Justicia\", afirmó Susana Trimarco

La madre de Marita Verón, distinguida por la UBA en reconocimiento a su incansable lucha contra la trata de personas, agradeció a la Presidenta por su apoyo en la lucha contra la trata y pidió que se concrete la reforma judicial.


Susana Trimarco, la madre de Marita Verón, expresó: "Aplaudo de todo corazón a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por su proyecto para la democratización de la justicia."

Trimarco formuló estas declaraciones en el marco del acto realizado en la Universidad de Buenos Aires donde recibió el Doctorado Honoris Causa.

Luego de criticar el fallo de la justicia de Tucumán que absolvió a los imputados en la causa por el secuestro de su hija, señaló, en referencia a algunos jueces: "¿Qué se creen estos señores, reyes, marcianos, que no pagan impuestos?".


"Que sean elegidos por nosotros y tengan un máximo de cuatro años de mandato y si hacen las cosas bien se pueden quedar, si no se tienen que ir", agregó.

En ese sentido reclamó "jueces que hagan verdadera justicia, no arreglos con sus amiguitos políticos", y remarcó: "En otros países no es así, entonces por qué Argentina se tiene que quedar en el tiempo".

Trimarco fue distinguida por la Universidad de Buenos Aires (UBA) con el título de Doctor Honoris Causa y en ese marco recordó que los únicos acusados por el secuestro de su hija quedaron en libertad, tras un fallo de un tribunal tucumano.

La universidad distinguió a Trimarco por "su incansable lucha contra la trata de personas y su valentía", dijo Hallú, durante la entrega del título en la sede de la calle Arenales de la casa de estudios.

El rector de la UBA, Rubén Hallú, le entregó el diploma a Trimarco, quien brindó la disertación "Mi lucha contra la trata de personas", informó la casa de estudios mediante un comunicado.

Hallú aseguró que es "un orgullo" que "Susana Trimarco integre el grupo de los doctores honoris causa", al distinguir con ese título a la mamá de Marita Verón, desaparecida en 2002, víctima de una red de trata de personas.

Al acto, que se llevó a las 17 en el salón de la sede Arenales de la Universidad, con la participación de miembros de ONGs y destacadas personalidades de los ámbitos cultural, académico y de los derechos humanos.


El reconocimiento de la UBA hacia Trimarco se debe a su incansable lucha contra las redes de trata de personas y a su labor en defensa de los derechos de las víctimas y de sus familias.

La valiosa labor que Trimarco inició con la búsqueda de su hija, desaparecida en abril de 2002, la llevó a rescatar a decenas de jóvenes obligadas a prostituirse y desnudó la magnitud de las redes de trata que operan en el país, aunque no logró hasta ahora encontrar a Marita.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner distinguió a Trimarco por su denodada lucha, durante la "2da. Reunión de Autoridades Nacionales en Materia de Trata de Personas" del consejo permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA).


Fuente: Télam

miércoles, 17 de abril de 2013

Margaret Thatcher: la Dama de Hierro del neoliberalismo



Para los argentinos, el nombre Margaret Thatcher evoca las resonancias trágicas del conflicto bélico de Malvinas y el crimen de guerra del hundimiento del crucero General Belgrano. La así llamada “Dama de Hierro”, Primer Ministro por entonces del Reino Unido, supo capitalizar entonces en el electorado británico la cruel derrota infringida a nuestro país. Sin embargo, con la perspectiva que da el tiempo, no resultó unívoca entre los propios ingleses la opinión y el balance que deja la trayectoria de Thatcher luego de su fallecimiento. Los trabajadores y asalariados de Gran Bretaña conocieron la dureza de la política de ajuste, flexibilización y privatización de la ex Primer Ministro.Y para ellos el apodo de “Dama de Hierro” no pudo quedar apaciblemente como expresión de firmeza o coraje político, sino de implacabilidad con los débiles y los pobres. A nivel global por otra parte, el nombre de Margaret Thatcher ha quedado asociado, junto al del presidente estadounidense Ronald Reagan, a la contrarrevolución neoliberal-conservadora que azotó a gran parte del planeta. De allí que los recuerdos que deja no pueden ser gratos para todos aquellos identificados con los ideales de emancipación social y plena autodeterminación de los pueblos.
La trayectoria política de Thatcher en el conservadurismo británico estuvo jalonada de episodios que la pintaron de cuerpo entero, como un instrumento de la gran burguesía y el capital financiero, en el proceso de aplicación del modelo neoliberal en las metrópolis del capitalismo. Como ministra de educación en los años ´70, fue apodada “Ladrona del vaso de leche”, al impulsar, bajo el principio rector de la reducción de gastos públicos, la eliminación del vaso de leche para los alumnos de entre 7 y 11 años de las escuelas británicas. Más adelante, y ya como Primer Ministro, fue principal responsable de la reconversión neoliberal de la economía de la Isla del Norte, y del enterramiento histórico del Estado de Bienestar. Como señaló Eric Hobsbawmn en su Historia del Siglo XX, la derrota de las clases obreras metropolitanas fue un paso imprescindible para la instauración y “naturalización” del neoliberalismo a escala global. En Gran Bretaña se jugó uno de los más importantes episodios en esa puja. Es recordada la victoria de la “Dama de Hierro” sobre el núcleo duro de la clase obrera de su país: los mineros. La malograda huelga de los mineros fue un punto de inflexión; a partir de allí se consolidó la política de ajustes y privatización. Por ello, recientemente el secretario general de la Asociación de Mineros de Durham, David Hooper, declaró públicamente en relación al fallecimiento de Thatcher que “No siento ninguna tristeza, ella destruyó nuestra comunidad, nuestros pueblos y nuestra gente”. En su momento, Thatcher instrumentó hábilmente a la opinión pública de la Isla contra los mineros, así como también utilizó el conflicto en el Atlántico Sur para posicionarse como “estadista” y firme defensora de los intereses británicos (no podrá desmentirse que sí lo fue de los intereses imperialistas).
La implementación del modelo neoliberal en los años ’80 siguió con medidas como la desregulación del sistema financiero, la privatización de empresas como British Telecom, y un índice de crecimiento económico muy bajo. Las consecuencias sociales fueron el aumento de la brecha entre ricos y pobres, el incremento de la desocupación y la pérdida de conquistas laborales para los asalariados británicos. Los gobiernos laboristas posteriores (como sucedió en general con la socialdemocracia europea) no intentaron siquiera revertir la situación, aceptando el rol de gestores de la economía neoliberal. En ese sentido, el programa de Thatcher fue exitoso: construyó el escenario neoliberal y consolidó la “revolución conservadora”. En este plano, hermanada con el reaganismo en los EEUU, hay que señalar también que Thatcher profundizó el acercamiento de Gran Bretaña a la potencia estadounidense; tendencia que también “respetaron” los gobiernos posteriores.
Para nuestras tierras del Sur, el balance no puede ser más triste. Thatcher fue principalísima responsable en el crimen de guerra del hundimiento del crucero General Belgrano (al costo de la muerte de 323 tripulantes), que se encontraba navegando fuera del área de conflicto. Ese hecho terrible sepultó cualquier posibilidad de una salida diferente al conflicto armado con nuestro país. La dictadura genocida que se había enseñoreado en la Argentina a partir del año 1976 y que es responsable de la criminal conducción de la guerra en el Atlántico Sur, no encontraría rumbo ante la ofensiva imperialista, y brindaría asimismo un inapreciable servicio a la revolución conservadora metropolitana al permitir posar a Thatcher como firme estadista. Si estas trágicas circunstancias no resultarán ya de por sí suficientes, recordemos la “amistad” de la “Dama de Hierro” con el dictador chileno Augusto Pinochet, anudada con los servicios prestados por el gobierno dictatorial chileno a los británicos durante la guerra de Malvinas. Thatcher devolvió favores en los momentos en que Pinochet fuera retenido en Londres por sus violaciones a los Derechos Humanos durante la dictadura en el país trasandino. Dijo Thatcher en esas circunstancias acerca de la complicidad de Pinochet con el imperialismo inglés: “Su intervención [la de Pinochet] hizo que la guerra fuera más corta y que se salvaran muchas vidas de ciudadanos británicos”. Tal el pensamiento de Margaret Thatcher varios años después de la guerra. Los pueblos no la llorarán, ni extrañaran su “puño” de hierro, siempre vuelto contra los pobres.


Germán Ibañez

viernes, 5 de abril de 2013

Cristina lanzó un paquete de medidas para los afectados por el temporal

La Presidenta anunció que jubilados y pensionados que cobren la mínima recibirán dos sueldos extras en dos cuotas. Además, aquellos beneficiaros de la AUH cobrarán el doble, por tres meses. También se duplicará la Asignación Familiar. En materia de vivienda, se habilitará una línea especial de créditos por 50.000 pesos. Las medidas alcanzarán a más de 150 mil personas que fueron golpeadas por el temporal que azotó a la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires.
Por:
INFOnews


La presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner anunció medidas de la seguridad social para los damnificados por el temporal, durante una cadena nacional de medios de comunicación.
En ese sentido, la jefa de Estado explicó: "Con el fin de morigerar las consecuencias de lo que se ha sufrido hemos tomado medidas. Desde la Anses, se otorgarán beneficios".
"Las condiciones para acceder a estos beneficios son que hay que ser, claro está, un damnificado directo y estar en la zona donde se ha producido este fenómeno. Para los jubilados y pensionados que cobren la mínima, van a recibir un monto adicional por única vez, en 2 cuotas, de otras dos jubilaciones mínimas. Alcanzando un monto adicional de 4330 pesos", indicó Cristina.
Además, anunció: "Se va a duplicar el monto de la Asignación Universal por Hijo y por Embarazo por el término de 3 meses. Es un ingreso directo que va al bolsillo, sobre todo para gente que ha perdido todo. Queremos hacernos cargo de que tengan ingresos mínimos para paliar lo que han pasado".
Estas medidas de la seguridad social, explicó la jefa de Estado, van a alcanzar "a 153 mil personas" y suponen una inversión de "400 millones de pesos". "El lunes, el director de la ANSES, Diego Bossío, va a explicar los medios para acceder a estos beneficios", anunció Cristina.
También, indicó la Presidenta, "se va a duplicar la asignación familiar por el término de 3 meses y habrá una prestación adicional para aquellos que reciben el seguro de desempleo".
En materia habitacional, anunció un plan de crédito a través del Plan Procrear para los que han perdido su vivienda. "Queremos llegar a los que tienen su casa arruinada. Ustedes saben que en los últimos días hemos sacado una línea de crédito para refacción de viviendas en el Plan Procrear. Saldrá una línea especial con un monto máximo de 50.000 pesos para refacción de asignación directa, sin sorteo. Tendrán tasas del 7 al 14 por ciento anual, según el poder adquisitivo. Estimamos que podríamos llegar a 40.000 créditos. Esto es una inversión que va directo a infraestructura social", señaló la mandataria.
Además, explicó que a través de la Tarjeta Argenta se otorgarán créditos a los mayores que han sido afectados afectados y que a través del Ministerio de Justicia, se podrán tramitar las chapas patentes de los automóviles afectados.
Por otro lado, explicó que se comunicó con el titular del BID, que me confirmó un préstamo no reembolsable de 200.000 dólares y nos autorizó un préstamo de 200 millones de dólares para reconstrucción de viviendas.
"Quiero expresar mi agradecimiento a todos los que están colaborando con esta tragedia. El objetivo es que todo llegue al que lo necesite y que no se lo quede alguien a quien no le corresponde. Si se llegan a enterar de alguien que hace alguna avivada, pido que lo avisen a las autoridades", dijo.
"Tenemos que trabajar articuladamente con la sociedad y los niveles municipales. Además, tenemos que solucionar temas estructurales que no tienen que ver específicamente con esta tragedia. El día que fui a ver las zonas afectadas, el Barrio Mitre era una palangana entre un inmenso shopping y otros edificios que lo rodean. Los vecinos del barrio me señalaban como causante de esta situación los problemas de infraestructura, de causas judiciales, de la lentitud de la Justicia", explicó Cristina.
En ese sentido, anunció que se había comunicado con los dueños del centro comercial y que se iba a reunir con ellos. Al mismo tiempo, manifestó ante la falta de luz en el barrio que "el shopping parece un arbolito de navidad en un contraste muy fuerte y la gente no se merece una cosa así. Queremos resolver los problemas de la gente y que cada uno tome las responsabilidades que le corresponde".

"Quiero a agradecer a todos los argentinos por esta inmensa muestra de solidaridad que han dado. A los jóvenes de los movimientos sociales, políticos y religiosos que han puesto el hombre", afirmó la jefa de Estado. "Quiero darles un abrazo muy grande a todos los que han tenido pérdidas irreparables y pérdidas materiales y saber que vamos a tener meses de reconstrucción", agregó.
A su vez, la Presidenta remarcó: "Hemos hecho y estamos haciendo una inmensa inversión en materia hidráulica. Esto requiere de un inmenso esfuerzo. De fijar prioridades".
Por otro lado, expresó: "Las víctimas fatales son la mayoría gente muy mayor. Como el caso de esta abuela de Plaza de Mayo. O la señora que vivía al lado de la casa de mi madre. Va a ser necesario un tratamiento porque gente que sufre de estos episodios son cosas que te quedan. Vamos a necesitar asistencia por parte de personal especializado para tratar este tipo de emergencias.
Por ultimo, la mandataria anunció que "una vez que estén resueltos los problemas urgentes de la gente, se auditará qué es exactamente lo que pasó. Llama la atención que en Ensenada, que tuvimos el episodio de la refinería, no haya habido ninguna víctima y en Berisso y hayamos tenido este terrible número de víctimas fatales en La Plata". 

Fuente: Infonews

“La solidaridad revive en este edificio Néstor Kirchner, donde sale lo mejor de cada uno”

La decana de la Facultad de Periodismo de la UNLP, Florencia Saintout, valoró hoy el esfuerzo de los voluntarios que trabajan sin descanso en esa casa de estudios para que las donaciones lleguen lo antes posible a los damnificados por la catástrofe climática en La Plata. “Hemos tomado esto como lo que debe ser: una universidad pública, abierta y que trabaja”, explicó.
Abr
0
Florencia Saintout (Foto de Archivo)Cerrar

En el edificio “Presidente Néstor Kirchner” de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, convertido en centro de ayuda para los afectados por el trágico temporal, continúan las intensas tareas solidarias con estudiantes, docentes, militantes y referentes políticos.
La decana de esa unidad académica, Florencia Saintout, explicó hoy que “el edificio se abrió para todo el que necesitara” la comunidad y que los voluntarios “se pusieron a trabajar tomando esto como lo que debe ser: una universidad pública, abierta y que trabaja”.
“Siempre se valora lo espontáneo, es importante señalar la organización nada espontánea que espontáneamente dijo que acá hay que poner el cuerpo, la cabeza y estar con los que lo necesitan”, opinó en diálogo con la agencia Télam.
Saintout contó que, frente al “dolor que estamos viviendo”, la respuesta ha sido la “solidaridad”, ya que “el Estado está muy presente”, los vecinos “llegan con sus bolsos” de donaciones y “los militantes políticos están en la cancha, donde se necesita que estén”.
“Esto nos va a traer una sociedad mejor, porque la solidaridad revive en este edificio Néstor Kirchner, donde sale lo mejor de cada uno”, agregó.
Por la Facultad de Periodismo pasaron este viernes el vicegobernador Gabriel Mariotto y varios legisladores nacionales y provinciales, entre ellos los bonaerenses Santiago Carreras, Emilio López Muntaner, Luciano Martini, Cristina Di Rago, José Ottavis y Fernando “Chino” Navarro, además de los diputados nacionales Andrés Larroque y Leonardo Grosso.
Hoy, luego de clasificar e inventariar las donaciones, se iniciaron las tareas de distribución hacia los barrios más afectados de La Plata. Una gran cadena humana se extendía desde el edificio “Néstor Kirchner” hasta los vehículos particulares, fletes y camiones del Ejército para cargar colchones, agua, frazadas, pañales, artículos de limpieza, vestimenta y alimentos.
Según anunciaron desde la casa de estudios, durante todo el fin de semana se seguirán recibiendo donaciones y enviándolas a los puntos críticos de la ciudad para colaborar con la asistencia que desarrollan Nación, Provincia y Municipio.

Fuente: Agencia Periodística de Buenos Aires

miércoles, 3 de abril de 2013

A un año de la muerte de Eduardo Luis Duhalde

El intelectual militante




El ex secretario de Derechos Humanos es recordado en estas páginas por Rodolfo Mattarollo, quien trabajó con él. También se reproduce un texto inédito de Duhalde, uno de sus últimos escritos, redactado en colaboración con Guido Croxatto como “declaración de principios” del Centro de Estudios Enrique Marí.

Por Eduardo L. Duhalde y Guido L. Croxatto

La memoria es el derecho
“Más allá del foso no hay nada. Se sabe porque hay que decirlo. Arena negra extendida. Allí pueden caber millones. Errantes e inmóviles. Sin verse ni oírse jamás. Sin tocarse jamás. Es todo lo que se sabe. Profundidad del foso. Ver desde el borde todos los cuerpos colocados al fondo. Los millones que aún permanecen allí.” Beckett

¿Qué pasaría si el día de mañana las potencias se pusieran de acuerdo en derogar o en desconocer –por cualquier argumento retórico– la Declaración Universal de los Derechos Humanos?, ¿acaso dejarían de existir estos derechos?
Vivimos un cambio. Este es un cambio global de paradigma (en filosofía, y en teoría política) que se produjo en los últimos 50 años. No antes. Esto es lo que Ferrajoli llama “derecho sobre el derecho”: la rigidez de las constituciones. Los límites sustanciales –y no ya sólo formales– a la omnipotencia política del legislador: ya no se puede legislar sobre cualquier cosa. (Ni de cualquier manera.) Entramos en un ámbito esencial (el ámbito de los derechos humanos) que configura lo que Ferrajoli denomina “la esfera de lo indecidible” (ya no se puede decidir, por ejemplo, que los judíos no son personas, o que los extranjeros no tienen los mismos derechos o que los crímenes de lesa humanidad pueden y deben quedar impunes). Esto hiere a veces la susceptibilidad de los Estados. Y, sin embargo, es de entender que de esto depende el futuro de la democracia. Este es un nuevo límite. En efecto, los derechos humanos son esa esfera de lo “indecidible”: son algo sobre lo cual ni los Estados ni los pueblos ni nadie puede “decidir” u otorgar impunidad: ¿por qué? (y determinar ese por qué va a ser uno de los objetivos de este Centro Marí). Porque ya está decidido: deben ser respetados. Esto es lo que Rorty llama “la cultura histórica de los derechos humanos”.
El fundamento que emerge de su práctica. A esto se refiere Bobbio cuando habla –un poco confusamente– de un “tiempo de los derechos”. Este es ese tiempo. Un paso fundamental (como la abolición de la esclavitud o la abolición de la tortura, o los derechos de la mujer, etc.) en la historia de la humanidad. Estos pasos se advierten rara vez con el nacimiento de figuras jurídicas esenciales y propias como la de genocidio (que le debemos a Rafael Lempkin) y más aún, con la figura de la imprescriptibilidad. Hay ciertos delitos que ya no prescriben, los delitos de lesa humanidad se ligan, de manera fuerte, como vemos, con otro término esencial de la ecuación política actual, y que enriquece al derecho argentino: la memoria. No hay derechos humanos sin memoria. La memoria es parte de este cambio de paradigma en el derecho. La memoria viene a complementar y a enriquecer a la democracia liberal. El auge de los derechos humanos tiene mucho que ver con el respeto y la promoción (algunos dirán también con el abuso) de la memoria. Así como la impunidad tiene mucho que ver con la desaparición, el olvido, la muerte y el silencio, dar vuelta la página, como dice Günter Grass irónicamente, en El discurso de la pérdida, la memoria tiene que ver con la presencia, el derecho, la palabra, y la vida. Argentina está en ese camino.
El Centro Marí es una reflexión con un fin práctico. Como decía Adorno en Mínima moral, “lo único que le queda a la filosofía es responsabilizarse”. Esa es la única filosofía que según Adorno podemos hacer, no ya filosofía de los grandes sistemas (códigos y valores, ya que todos los sistemas terminaron o se hundieron en Auschwitz), sino hacer filosofía desde los fragmentos. Las ruinas. Los escombros. Y el dolor. Este era el dilema de la filosofía alemana. Pero también es el dilema de la filosofía argentina: responsabilizarse. Entre todos estamos pensando cómo entender esa responsabilidad. El tema de la responsabilidad del filósofo no es un tema nuevo: es un tema que preocupaba al mismo Platón, el problema de la responsabilidad es un problema que está en los orígenes mismos de la filosofía, para quien el descenso del filósofo, en la alegoría de la caverna, es un término ético esencial: debe liberar al otro de sus cadenas. Debe mostrar las cadenas que el otro no ve. Debe cooperar. Debe bajar de la nube. Debe ayudar. Debe actuar. Debe comprometerse. ¿Qué otra cosa sino ésa son los derechos humanos?
Decíamos que la desaparición responde a esta lógica de inhibir la denuncia en un plano que excede al Estado asesino. El Estado es consciente. Por eso es el típico crimen del siglo XXI. El desaparecido es una víctima que no puede hablar. Que carece del derecho más esencial de todos los derechos: la palabra. Su cuerpo mudo, muerto, es un testimonio. Pero se lo priva, incluso, de eso: de su muerte. Este es el extremo del horror. Pero en su lugar tenemos otra cosa: su desaparición (forzada) no prueba nada. Ya no basta con matar, ahora también hay que hacer desaparecer, porque ya no bastan las leyes de autoamnistía que el derecho internacional (caso Barrios Altos) tiene por inválidas. El poder soberano no se justifica a sí mismo. Teme. El poder teme y el poder que teme se vuelve peligroso, como advierte Eugenio Zaffaroni, porque se vuelve fácilmente asesino. Oculta y niega los cuerpos. Oculta y niega la verdad. Se vuelve impune.
Los derechos humanos no han tenido una historia fácil. Nosotros lo sabemos. Los jóvenes lo saben. El valor de los derechos no es un tema aislado. Es el único que le debe preocupar a una democracia. Hoy muchas democracias seleccionan. Dividen ciudadanos. Algunos tienen derechos. Otros no. Algunos discuten con otros argumentos la idea de que los derechos son universales. Este es en efecto un debate actual en Alemania, en Italia, en Francia. El pasado vuelve. Pensemos, por ejemplo, en las reacciones conservadores de Edmund Burke, Bonald o De Maistre a la Revolución Francesa. Para el obispo De Maistre, la sola idea de “derechos del hombre” universales era una idea “del diablo”, le parecía de una “injusticia extrema” que venía a alterar el “orden divino”. Le pareció absurdo y peligroso a Bonald que todos los hombres tuvieran derechos. Le parecía (nada menos que la propia idea de derechos) una “injusticia extrema” contra la tradición. De Maistre también hablaba o creía hablar desde la moral “correcta”. Desde “la verdad”. No son muy distintos de los argumentos que escuchamos ahora. Sólo que ahora es más difícil darse cuenta. Porque no se dice “que los hombres no tengan derechos”. Se usa un lenguaje diferente, se habla del “costo social”, del “mal necesario”, del “daño colateral”, de la “productividad”, de la eficiencia. El que va perdiendo espacio es el derecho. Por eso pensamos este centro como espacio abierto para elaborar entre todos una definición del Derecho. La memoria es el derecho.
Permítanme comentar, antes de seguir, una versión del argumento de la nueva página de la historia. Günter Grass se ha referido a él en su Discurso de la pérdida, y se refiere con ironía a esos alemanes que desde los medios incitaban a todos a “mirar sin vacilar para adelante, solo para adelante” (que a nadie se le ocurra mirar para atrás): en esta versión se sostiene que el pasado debe ser olvidado –incluso un pasado tan palpable y vivo y criminal como el genocidio nazi– rápidamente para que el futuro anhelado pueda empezar. O recomenzar de nuevo. Hay que “dejar paso” a lo nuevo. Esconder el cadáver. Barrer las heridas rápidamente. Como si el propio dolor no tuviera sus tiempos. Los artefactos obsoletos deben ser dese-chados y sustituidos por otros nuevos. No importa cuán encomiable sea en el campo de la tecnología, esta actitud (este simplismo, esta versión sesgada) está completamente fuera de lugar en relación con la historia de un país, como dice Agnes Heller, “que es tanto recordar y conservar el pasado cuanto proyectar el futuro”. Muchos dicen que nosotros defendemos “el pasado”. No es así. Nosotros defendemos vivamente el futuro. No se puede pasar la página sin catarsis y no hay catarsis si se barren los crímenes bajo la alfombra. Sigue el dolor. La idílica página nueva de la historia no estará limpia, después de todo. La decisión de no encausar a los agresores no produce el olvido del odio, el resentimiento y los agravios personales. Una democracia que otorga impunidad, que duerme con la impunidad, que camina y almuerza junto a la impunidad, que es ella impune, entonces niega un derecho. Y niega a la misma democracia. Defender los derechos humanos es la forma que encontramos nosotros para defender la democracia. Todavía hay un largo camino por hacer. Lo haremos nosotros y lo harán los jóvenes. Por eso pensamos este centro de reflexión sobre los derechos humanos Enrique Marí. Sobre el Derecho. Porque todavía hay una definición pendiente en la sociedad argentina. Una pregunta que no obtuvo respuesta.
La memoria trabaja con aquello que no ha sido. Nosotros también. Ese impedimento, eso que no ha llegado a ser, también tiene derechos. Voces. Sentidos. Palabra. Un nombre. Nosotros sabemos bien que no estamos acá porque nos interesa el pasado (lo que han rebautizado muchos como “el pasado”, está de moda decir “el pasado”). Estamos acá porque nos interesa el presente. Estamos acá porque nos interesa el futuro. Porque no podemos borrar. Porque no admitimos la impunidad.


Por Rodolfo Mattarollo *

Un hombre de magnitud incomparable

“Mientras los hombres aún respiren
y los ojos puedan ver el día.”
William Shakespeare, soneto 18.

Junto al desgarramiento, la sorpresa. Porque cuesta admitir la muerte de alguien tan entrado en la vida, tanto por la intensidad de su presencia como por su manera de volcarse hacia lo público. En el universo de los derechos humanos faltará durante mucho tiempo esa personalidad de magnitud incomparable.
La escena política argentina, en la que evoluciona el entonces joven Duhalde, se transforma en los años sesenta, sin los cuales, solía él decir, los hoy casi legendarios años setenta serían inexplicables.
Hay épocas de revolución y épocas de contrarrevolución. Aquélla era una época de revolución. Un tiempo de resistencia que llamaba a adoptar diversas formas de lucha ante la planificada destrucción, por la dictadura de Juan Carlos Onganía, de acendradas conquistas económicas y sociales, pero también políticas, educativas y culturales del pueblo argentino.
Bajo la dictadura de Lanusse, la Argentina vive el vértigo de vísperas indescifrables, para algunos anuncian el socialismo, para otros la vuelta del líder: insurrecciones parciales en grandes ciudades del interior preceden el accionar de las organizaciones político militares, surge un sindicalismo clasista y combativo –en el que se destaca la figura unitaria de Agustín Tosco y el sindicalismo antiburocrático de la CGT de los Argentinos–, aparecen los “curas del Tercer Mundo”, se practica el periodismo de investigación y se multiplican los movimientos sociales. Además, cobran un protagonismo que no abandonarán las organizaciones de derechos humanos e irrumpen como una fuerza de la naturaleza los familiares de los presos políticos y de los primeros desaparecidos, integrantes de comisiones que luchan, como se decía entonces, “contra la represión y la tortura”.
En ese panorama juegan un papel esencial, entre los nuevos actores, los periodistas y los abogados. Reuniendo ambas condiciones dos personalidades resumen las virtudes de inteligencia y audacia de toda una generación: Rodolfo Ortega Peña y Eduardo Luis Duhalde, recreados en los
inefables personajes Barrantes y Barroso de Megafón o la Guerra, la última novela de Leopoldo Marechal. Raro privilegio el de contar con semejante retratista.
Eduardo Luis buscó constantemente la síntesis entre el pensamiento nacional y popular y los enfoques clasistas en la interpretación de nuestra breve y cruel historia. Seguramente, el repaso de sus textos mostrará su vinculación con la lectura gramsciana del marxismo y su relación con “los nuevos movimientos sociales”.
Su estrecha vinculación ideológica con John William Cooke debería ocupar un sitio central en toda reflexión sobre su vida y su obra, como su fecunda colaboración intelectual y política con Rodolfo Ortega Peña.
En Argentina y en América latina no siempre es fácil ser contemporáneo del propio presente. El lo fue. En Néstor Kirchner descubrió, cuando pocos lo veían, un destino, el del hombre que transformaría un país. Se encontró lejos de correr la suerte de ese personaje de Stendhal que estuvo en la batalla de Waterloo sin saberlo, como parece ocurrirles hoy a ciertos compañeros de luchas pasadas.
Imposible sintetizar aquí cuarenta años de amistad inquebrantable, con picos de intensos períodos de militancia en común, incluidas esas decisivas etapas de la Comisión Argentina de Derechos Humanos (Cadhu) en el exterior y la de organización y puesta en marcha de la nueva Secretaría de Derechos Humanos en la Argentina a partir de 2003.
Eduardo Luis escribió tempranamente en el exilio el primer análisis integral de la violación de los derechos humanos por la dictadura militar de 1976 y su finalidad reordenadora, el establecimiento de una “pedagogía del terror”. El trabajo fue publicado en Madrid antes del Mundial del ’78 bajo el título Argentina, Proceso al Genocidio. En ese tiempo acuñó la caracterización de la última dictadura como “terrorismo de Estado” y polemizó con la encubridora interpretación de una Junta Militar dividida entre “moderados” y “pinochetistas”.
Su nombre, y el de algunos de nosotros, la primera línea de los que integrábamos la dirección de la Cadhu en el exterior, fueron incluidos en listas ampliamente difundidas por los medios masivos de máximos responsables de la llamada por la dictadura “campaña antiargentina en el exterior”, claro reconocimiento del papel que jugaba la Cadhu en la lucha democrática.
Eduardo Luis sintió que la suerte o un destino enteramente humano nos había otorgado ese don raro que es una segunda oportunidad en la vida, de la que hablaba con frecuencia.
En su caso fue la suerte excepcional de poder contribuir como secretario de Derechos Humanos de la Nación a modelar una política de Estado de derechos humanos en los períodos presidenciales de Néstor Carlos Kirchner, en el que lo acompañé como subsecretario, y de Cristina Fernández de Kirchner.
Cuando los grupos de tareas recorrían desenfrenados las calles de Buenos Aires, los primeros meses de la dictadura, cuando ya habían sido secuestrados nuestros compañeros, los abogados Mario Hernández, Roberto Sinigaglia y tantos otros, o el escritor Haroldo Conti, para citar sólo a algunos de entre los miles de detenidos-de-saparecidos del terrorismo de Estado, recién en septiembre de ese fatídico año de 1976, Eduardo Luis decide dejar el país.
Antes de que transcurriera un mes desde su muerte escribí un poema del que incluyo cuatro líneas con las que termino esta breve evocación de su memoria:
Y sin embargo quedan los recuerdos
Ese fuego sin fin de mil campañas
Que no se borrará de la memoria
Mientras los ojos puedan ver el día
* Embajador de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en Haití.

Fuente: Página /12
3 de abril de 2013