Por Florencia Saintout*
AgePeBa es una agencia de noticias de una Universidad Pública y un Estado Provincial que se desafía a estar a la altura de un momento histórico donde calidad, profesionalismo y compromiso político no admiten ser separados bajo la careta de la imposible “independencia”.
“No se hace lo que se quiere, pero se es responsable de lo que se es…” (de lo que se dice, de lo que se silencia…). De más está la cita: luego de Sartre los intelectuales no podrán nunca más eludir la responsabilidad pública de sus palabras, aún a pesar de ellos.
La Universidad no tiene el patrimonio del pensamiento, de las ideas, de la crítica, pero sí tiene la responsabilidad de que ellas se reinventen y enriquezcan. Que circulen democráticamente. Que estén a disposición de toda una sociedad que sigue esperando y apostando a ver los frutos de lo que sostiene.
La Universidad tiene un papel histórico que cumplir. La Facultad de Periodismo, en particular, tiene en esta nueva hora de los pueblos latinoamericanos una tarea: la de aportar a la recuperación de la voz y las imágenes, de las verdades que han sido ocultadas durante décadas neoliberales. Recuperar la densidad de la palabra que va a contrapelo de la historia para rehacer la historia, esta vez, desde un lugar más justo.
Frente a las maquinarias de producción en serie de un tipo de información que de manera descontextualizada, deshistorizada, estigmatizante de la otredad y el conflicto, dice que la verdad es tan relativa que ni siquiera vale la pena ponerla en cuestión (que hay que aceptarla “en la evidencia de lo que es”, o de lo contrario “deconstruirla”), la Facultad opone una vocación por la búsqueda de la verdad, que por supuesto será siempre histórica y no teleológica, pero que siempre será pública.
Pensar la verdad desde una perspectiva de Derecho (desde el Derecho a la Comunicación como un derecho inalienable de los pueblos) implica conocer su pluralidad y la complejidad/conflictividad de esa pluralidad, para ir contra de la lógica de que lo único posible es aceptar la política del más fuerte, que además durante décadas, ha sido el capital.
La única verdad no es la del capital (esta tal vez sea la más travestida en banalidad, y sin embargo, la más siniestra de todas). Existen las verdades de los que luchan, de los que creen que es posible un mundo con muchas voces pero que además, y como condición insoslayable, un mundo donde entren todos y todas.
De la mano de este compromiso con la palabra pública es que se gesta AgePeBa, una agencia de noticias que se ubica en la Provincia de Buenos Aires, y que con un enfoque geopolítico concreto que mira desde el Sur, tiene como objetivo la construcción de información veraz, que permita a sus usuarios una lectura compleja y creativa de los acontecimientos de nuestro tiempo.
Esta agencia de noticias de una Universidad Pública y un Estado Provincial, que se sostiene en la convicción de la necesidad de hacer circular otra información distinta a aquellas que priorizan interesadamente los capitales privados concentrados, es una agencia que se desafía a estar a la altura de un momento histórico donde calidad, profesionalismo y compromiso político no admiten ser separados bajo la careta de la imposible “independencia”.
Hace ya varios años, el aviso de un nuevo diario que concentraba lo mejor del periodismo argentino (un periodismo que con la dictadura sería perseguido, censurado , incluso desaparecido) anunciaba: “…el primer diario que brindará toda la información y no solo la que le conviene a los editores… con los materiales que la madurez del pueblo se merece”.
Luego del debate de la “Ley de Medios”, y a partir entonces de ese debate de la ley, esta agencia se involucra con la responsabilidad de reponer la información que la madurez ganada de los argentinos nos merecemos.
* Decana de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP.
Fuente: Red de Observatorios Universitarios de Medios
AgePeBa es una agencia de noticias de una Universidad Pública y un Estado Provincial que se desafía a estar a la altura de un momento histórico donde calidad, profesionalismo y compromiso político no admiten ser separados bajo la careta de la imposible “independencia”.
“No se hace lo que se quiere, pero se es responsable de lo que se es…” (de lo que se dice, de lo que se silencia…). De más está la cita: luego de Sartre los intelectuales no podrán nunca más eludir la responsabilidad pública de sus palabras, aún a pesar de ellos.
La Universidad no tiene el patrimonio del pensamiento, de las ideas, de la crítica, pero sí tiene la responsabilidad de que ellas se reinventen y enriquezcan. Que circulen democráticamente. Que estén a disposición de toda una sociedad que sigue esperando y apostando a ver los frutos de lo que sostiene.
La Universidad tiene un papel histórico que cumplir. La Facultad de Periodismo, en particular, tiene en esta nueva hora de los pueblos latinoamericanos una tarea: la de aportar a la recuperación de la voz y las imágenes, de las verdades que han sido ocultadas durante décadas neoliberales. Recuperar la densidad de la palabra que va a contrapelo de la historia para rehacer la historia, esta vez, desde un lugar más justo.
Frente a las maquinarias de producción en serie de un tipo de información que de manera descontextualizada, deshistorizada, estigmatizante de la otredad y el conflicto, dice que la verdad es tan relativa que ni siquiera vale la pena ponerla en cuestión (que hay que aceptarla “en la evidencia de lo que es”, o de lo contrario “deconstruirla”), la Facultad opone una vocación por la búsqueda de la verdad, que por supuesto será siempre histórica y no teleológica, pero que siempre será pública.
Pensar la verdad desde una perspectiva de Derecho (desde el Derecho a la Comunicación como un derecho inalienable de los pueblos) implica conocer su pluralidad y la complejidad/conflictividad de esa pluralidad, para ir contra de la lógica de que lo único posible es aceptar la política del más fuerte, que además durante décadas, ha sido el capital.
La única verdad no es la del capital (esta tal vez sea la más travestida en banalidad, y sin embargo, la más siniestra de todas). Existen las verdades de los que luchan, de los que creen que es posible un mundo con muchas voces pero que además, y como condición insoslayable, un mundo donde entren todos y todas.
De la mano de este compromiso con la palabra pública es que se gesta AgePeBa, una agencia de noticias que se ubica en la Provincia de Buenos Aires, y que con un enfoque geopolítico concreto que mira desde el Sur, tiene como objetivo la construcción de información veraz, que permita a sus usuarios una lectura compleja y creativa de los acontecimientos de nuestro tiempo.
Esta agencia de noticias de una Universidad Pública y un Estado Provincial, que se sostiene en la convicción de la necesidad de hacer circular otra información distinta a aquellas que priorizan interesadamente los capitales privados concentrados, es una agencia que se desafía a estar a la altura de un momento histórico donde calidad, profesionalismo y compromiso político no admiten ser separados bajo la careta de la imposible “independencia”.
Hace ya varios años, el aviso de un nuevo diario que concentraba lo mejor del periodismo argentino (un periodismo que con la dictadura sería perseguido, censurado , incluso desaparecido) anunciaba: “…el primer diario que brindará toda la información y no solo la que le conviene a los editores… con los materiales que la madurez del pueblo se merece”.
Luego del debate de la “Ley de Medios”, y a partir entonces de ese debate de la ley, esta agencia se involucra con la responsabilidad de reponer la información que la madurez ganada de los argentinos nos merecemos.
* Decana de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP.
Fuente: Red de Observatorios Universitarios de Medios
No hay comentarios:
Publicar un comentario