KICILLOF DEFENDIO LA
ESTRATEGIA OFICIAL PARA DESARROLLAR LA ECONOMIA Y CRITICO LAS RECETAS ORTODOXAS
El viceministro de Economía
acusó a economistas ortodoxos y sectores de la oposición de usar las mismas
ideas frente a cualquier circunstancia: bajar el gasto y los salarios, subir
las tasas de interés, endeudarse y devaluar.
Por Tomás Lukin
“Las políticas aplicadas en Argentina están en las antípodas de las
recetas recomendadas por la ortodoxia local e internacional. La batería de
medidas de estímulo desplegadas está dando resultados”, afirmó el secretario de
Política Económica, Axel Kicillof. El viceministro de Economía abrió la última
jornada del seminario “La agenda para el desarrollo y la integración: las
relaciones Sur-Sur”. Durante su exposición, Kicillof destacó la fortaleza de la
economía local para atravesar “la mayor crisis en la historia del capitalismo”
con independencia económica, sosteniendo los niveles de empleo y el mercado
interno. El economista expresó su “optimismo” ante la reactivación reciente que
muestran algunas ramas de actividad industrial.
“La idea de que el crecimiento se derrama tarde o temprano al pueblo es
un lugar común de la ortodoxia y la derecha. Nosotros demostramos lo contrario.
La única estabilidad que se le puede dar al crecimiento es dedicarse a la
inclusión social que tiene como subproducto al crecimiento”, afirmó el
funcionario ayer por la mañana. “En la Argentina se han podido hacer muy buenos
negocios que son sostenidos por las mejoras en el poder adquisitivo de los
salarios y el empleo”, consignó Kicillof en referencia a los reclamos de
algunos sectores empresarios.
La exposición del secretario de Política Económica en el salón de actos
del Banco Nación iba a durar 30 minutos, pero terminó extendiéndose durante
casi una hora y media. De todos modos, el economista no alcanzó a presentar las
86 filminas preparadas por su equipo para la ocasión (ver aparte). La
exposición de Kicillof giró alrededor de los “resultados del modelo de
desarrollo con inclusión social” entre 2003 y 2012. Por esa razón, la
presentación se concentró en los logros del Gobierno durante la última década.
Los datos del período reciente fueron contrastados con la década del ’90: “No
por obsesión sino porque los años ’90 fueron la culminación del proceso
neoliberal de desindustrialización y pauperización del pueblo iniciado en
1976”, explicó.
“Que yo esté acá no responde a lo que sucedió este domingo”, aclaró el
secretario de Política Económica antes de comenzar su exposición. Si bien
remarcó que su participación en el evento organizado por el Cefidar estaba
prevista desde hace varias semanas, su intervención no ahorró cuestionamientos
para con los analistas económicos ni los políticos que “pronostican crisis cada
dos años”.
“La ortodoxia tiene un recetario muy sencillo para aplicar en cualquier
momento y lugar: bajar el gasto y los salarios, subir las tasas de interés,
endeudarse y devaluar. Para la heterodoxia no hay recetario, sino la realidad”,
afirmó el funcionario, para luego apuntar contra “el elenco estable de
ventrílocuos que se benefician con la aplicación de esas políticas”.
Para Kicillof, en la última década (2003-2012) se registró el mayor
crecimiento promedio en la historia argentina: 7,2 por ciento anual promedio.
“Argentina fue un megaendeudador serial que hacía cualquier cosa para recibir
un dólar. Ahora no crecimos en base al endeudamiento y no somos esclavos de los
movimientos internacionales de capitales. Eso rinde frutos. Nadie está exento
de la crisis, pero la pregunta es cómo evitar que se transforme en una debacle
sobre los sectores populares”, enfatizó el funcionario, quien estuvo acompañado
por el titular de la CNV, Alejandro Vanoli, uno de los organizadores del
evento.
“La política de ingresos no es más que una forma de apuntalar la
rentabilidad de los capitalistas. El mercado interno es lo que permite crecer a
estas tasas, mejores condiciones y reindustrializarse”, explicó Kicillof. Se
trata del argumento que esgrime CFK cuando convoca a los empresarios a
apuntalar la inversión, ya que los niveles de demanda están “garantizados” por
las políticas públicas. “Se puede crecer con salarios bajos y devaluación, pero
es un crecimiento espurio basado en finanzas y servicios, no es sustentable”,
sostuvo el economista.
En ese sentido, el funcionario destacó el crecimiento de la inversión
con relación al promedio de los ’90 (pasó de 18,2 a 21 por ciento del PIB), “a
pesar del llamado mal clima de negocios y la inseguridad jurídica”. “Nuestra
economía es una economía fundamentalmente privada. La inversión se dio por
parte de las empresas privadas, porque tuvieron buena rentabilidad y
competencia”, argumentó el funcionario, quien señaló que las expectativas
también juegan un papel central en las decisiones de inversión.
“Estamos en una de las crisis más importantes de la etapa capitalista.
Por eso resulta anacrónico que los desafíos del proyecto económico sean cómo
capitalizar el viento de cola. Se creció con inclusión social en un momento de
enorme incertidumbre y turbulencia internacional. No son tiempos de vientos de
cola, sino de viento de frente”, expresó Kicillof. Cuando terminó su
intervención, el viceministro se retiró rápidamente acompañado por Pablo López,
director del Banco Central y ex miembro del equipo de política económica, ya
que ambos eran esperados en la autoridad monetaria para participar de la
reunión de directorio de todos los jueves
Fuente: Página /12
16 de agosto de 2013
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